El aluminio consume importantes cantidades de
energía para su fabricación y, aunque es reciclable, en la práctica no resulta
rentable. Un solo niño que lleva cada día su bocadillo al colegio o al parque
genera 73 metros de papel aluminio en un año.
Desde el centro, seguimos animando a los alumnos
a traer el almuerzo en fiambreras y no en envoltorios de papel o aluminio. Para
evitar que éstas se pierdan hemos delimitado unas zonas con cestos para cada
clase donde depositar las fiambreras a la hora del recreo.
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